jueves, 21 de julio de 2016

    Mamá, soy como un tigre con su hueso


    Hoy en día, hay algunos padres que han decidido cambiar la relación con sus hijos, darles la opción de opinar, tomar decisiones, preguntarles todo. Quieren ser más respetuosos con sus hijos de lo que fueron sus padres con ellos. Algunos solo preguntan y luego deciden ellos teniendo en cuenta lo que en niño ha dicho, otros hacen exactamente lo que el niño ha dicho.
    Qué ropa quieres ponerte? Quieres cenar tal o prefieres tal? Deberíamos irnos ya, te parece bien? Te cambio los pañales, cariño?
    Desde luego no pienso que los niños no tengan sus deseos, inquietudes y gustos pero hasta qué punto les respetamos cuando les damos la opción de tomar ese tipo de decisiones.
    Qué es más respetuoso con el niño, tomar las decisiones para las que aún no está preparado o esperar que tome la decisión "correcta" aún en contra de sus deseos.
    El otro día mi amiga Carla me contó una anécdota que me maravilló.
    Su hijo Guille, el niño que fundó Can Rareta, estaba viendo la tv, su madre le dijo que cambiara de canal porque por una vez ella quería ver un programa, Guille le contesto mal y se enzarzaron en la típica discusión que muchos de vosotros debéis reconocer.
    Cuando se calmaron los ánimos, Guille fue a hablar con su madre:
    "Mira mamá, si tú quieres ver algo en la tele deberías coger el mando y cambiar, porque los niños respetamos a los papás y aceptamos su autoridad, pero si tú me dices que cambie, yo soy como un tigre con su hueso".

    Guille tiene 8 años, por supuesto no será así cuando sea adolescente, pero como niño tiene claro cómo debe ser la relación padres-hijos.

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